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Aula de la experiencia de la UPNA - Campus Tudela

La ciudad de Cascante fue un antiguo poblado celtíbero (ANMAX/Caiscata), junto al río Queiles, que se convirtió en un importante enclave romano (Cascantum). Nombrada por Ptolomeo, Plinio, Antonino y Tito Livio, fue la 11ª mansión dentro del itinerario romano que comunicaba Tarragona con Astorga. 

Importante también porque fue el único asentamiento reconocido de Navarra que acuñó monedas, celtíberas primero e hispano-romanas (ases y semis) durante el mandato del emperador Tiberio (14-37 d.C.)
Fue el primer poblado (oppidum) al que se le otorgó el derecho latino viejo pasando a tener, con Tiberio, el estatus de municipium romanum. Apoyó a Roma en las guerras civiles que se libraron en todo el Imperio, lo que ocasionó su devastación por el general Sertorio (76 a.C.) al igual que hizo con Borsao (Borja) y Gracurris (Alfaro). En su escudo figura: “CIVITAS CASCANTVM MVNICIPIVM ROMANORVM”.

En el siglo V (464 d.C.) existe un testimonio escrito de que Cascante era una comunidad cristianizada. Pero también la influencia musulmana fue notable a juzgar por el abundante léxico agrícola (almute, aljibe, alema, alamín, almudalafe) En la Edad Media existía una sinagoga, en el lugar donde actualmente se levanta la iglesia de la Asunción. En el año 1119, Alfonso el Batallador la conquistó y la incluyó en el Fuero de Sobrarbe (1117) Desde el siglo XII tuvo castillo y fortaleza por su posición fronteriza con Aragón, Castilla y Al Andalus para hacer  frente a sus saqueos.

En 1633 adquirió el título de Ciudad del rey Felipe IV, recibiendo el derecho a asiento y voto junto con otras ciudades en las Cortes de Navarra, obtuvo su separación jurisdiccional de Tudela, la Vara de Justicia y el goce de hierbas en los montes de Cierzo y Arganzón. Estos privilegios costaron a los cascantinos más de 30.000 ducados, en donativos al rey.

Poco después de otorgarle Felipe IV  el título de Ciudad, este mismo monarca, en 1642, la titulaba «Noble y Leal ciudad de Cascante». Participó en la Guerra de Sucesión española defendiendo a los Borbones, por lo que en 1711 Felipe V le concedió el titulo de Leal.

En el siglo XIX prosperaron los molinos harineros, hornos de pan, fábricas de aguardiente y chocolate, trujales, bodegas, fósforos… instalándose la primera fábrica de cerillas fosfóricas de España, hacia 1835 por el guipuzcoano Pascasio Lizarbe bajo la razón social “Ángel Garro y compañía”, tras asociarse con éste; posteriormente se fundó otra fábrica de la familia Guelbenzu.

En el medieval hospital de la villa de Cascante instalaron su convento los frailes Mínimos a finales del siglo XVI, hasta la desamortización (1820). En 1868 se funda la Parroquia de la Victoria, antiguo convento de los Mínimos.

También existieron dos asilos encargados de recoger a los ancianos y huérfanos de la localidad. Uno era el de San Leandro, fundado en 1885, y el otro de la Purísima Concepción inaugurado en 1917. Actualmente existe una residencia, atendida por las Hermanitas de Ancianos Desamparados que desde 1893 dicha orden reside en Cascante.