Cascante es un pueblo que sabe pasarlo bien, que se divierte, que combina a la perfección tradición y «juerga» durante todas las épocas del año. Por seguir un orden lógico, vamos a comenzar por el principio a contaros cuándo estamos de Fiesta en Cascante:
Septiembre es el mes por excelencia de la fiesta en Cascante. El que todos y todas esperamos con más ganas. Cuando realmente Cascante «se para», aparca 9 intensos días su discurrir habitual, y se lanza a disfrutar de un Programa, oficial y extraoficial, con amigos, cuadrilla, familia, con todos los vecinos y vecinas de la localidad, y con todos aquellos que nos visitan de cerca y de lejos. El segundo sábado de Septiembre comienza todo esto.
Txupinazo: el mejor día del año para muchos. La jornada comienza con el almuerzo en cuadrilla en las peñas o los bares de la localidad, calentando «motores» desde la mañana para llegar con fuerza a la plaza para cantar el Txupinazo a las 12 de la mañana, tras haber contemplado los trabajos del Concurso de Pancartas y Concurso de Carteles. La Txaranga, Gaiteros y Gigantes ponen la nota musical al pasacalle con las cuadrillas, y la alegría se desborda por calles, plazas, bares, tabernas y peñas de Cascante, con una jornada de fiesta, de día y de noche, a la que te puedes enganchar y reenganchar en cualquier momento del día. No faltan los actos oficiales, como la Subidica al Romero, la Imposición del Pañuelo, el Reconocimiento al Cascanti@ Popular, etc., pero este día, por lo que se caracteriza, es por la música, la fiesta y la alegría espontánea y popular en la calle.
Festejos taurinos: los encierros despiertan enorme interés en Cascante, y por ello, los tenemos en varios momentos del día: a la mañana con el recorrido antiguo, al mediodía y a la noche. La Plaza de Toros es un elemento esencial, con eventos de mayor o menos calado tradicional, en la que las peñas y los aficionados se dan cita para «ver los toros» y merendar.
Música: la Banda Municipal y los Gaiteros nos despiertan con las Dianas cada mañana, amenizan los vermouths, o preceden al encierro de la noche. Los Cafés Concierto son otra cita musical indispensable para los «otros» madrugadores, y la Orquesta a la noche reune a grandes, pequeños, rockeros, clasicómanos, flamencos, fiesteros y poperos.
Gastronomía: los almuerzos son parte fundamental de las Fiestas: carne asada, sardinas, culares, huevos con «todo», migas…, así como los churros de la mañana, ya tradicionales. El Concurso de Pebre, el Día del Rancho, las comidas populares del Día del Abuelo, Día del Hombre, Día de la Mujer, Día de las Peñas, la comida del Sábado… así como lo que nos puede ofrecer la Feria de Alimentos Gastronómicos.
El tercer fin de semana de Mayo para muchos es, junto al Txupinazo de las Fiestas Patronales, la fecha «fiestera» más esperada del año. Todo nació cuando, hace muchas décadas, los agricultores cascantinos iniciaron la tradición de ascender hasta un cabezo -pequeña colina- situado a pocos kilómetros del casco urbano, donde más tarde se instalaría el monumento de La Cruceta, junto con el párroco y las autoridades locales, para bendecir los campos y la cosecha. Este rito, que en un principio nació como tradición agraria y religiosa, y cuya esencia se mantiene en el acto actual, evolucionó con el paso de los años a lo eminentemente festivo. Las cuadrillas, las familias, los amigos, ese sábado a la mañana, «peregrinan» a primera hora matinal subidos en carrozas, calesas, remolques adornados o a pie, hasta La Cruceta, donde se alza el monumento desde el que se bendice los campos. Tras ello, todo el mundo almuerza carne asada y las tradicionales tortillas de chorizo, come las tradicionales almendras que reparte el Ayuntamiento, y canta, baila y goza hasta la hora de comer, cuando toca regresar al pueblo, dejar el campo, para llegarse hasta la Plaza a ver el desenlace del Concurso de Carrozas de las Cuadrillas. Tras ello, la fiesta está asegurada, y los bares y tabernas de Cascante se llenan de música, amigos, alegría y bailes hasta altas horas de la madrugada. Para quien no pueda «seguir el ritmo», también se programan conciertos con orquesta en la Plaza, espectáculos taurinos y otros actos que hacen de La Cruceta un fin de semana para todos los públicos. El domingo, para cerrar el fin de semana, es la Feria de Artesanía y se celebran otros eventos que culminan La Cruceta.
Entre Febrero y Marzo, dependiendo de la fecha de la Cuaresma, Cascante celebra el fin de semana del Carnaval, que retoma el color que atrás dejaron las Navidades. Tal y como ocurría con las citadas Navidades, Cascante también pone su sello propio al Carnaval. El primer día, el viernes a la noche, el desfile de «Zarrapoteros» pone la nota autóctona a nuestros Carnavales. El «Zarrapotero» es una figura de la tradición carnavalesca cascantina, caracterizado por su vestimenta blanca y tiras de tela de todos los colores, que cuelgan por todo el cuerpo y desde el sombrero que cubre la cabeza. Acompañados de una escoba, multitud de cascantinos y cascantinas se visten «de esta guisa» para el desfile del viernes a la noche, bailando a los sones de la «Karrikadantza», pieza musical compuesta para la ocasión. Tras el recorrido, se llega a la Plaza, donde se quema «El Fardo de las Miserias» para que el Carnaval se lleve todo lo malo del año, y se finaliza la celebración con una cena popular alrededor de la hoguera a base de tostadas, vino y carne asada. El sábado el disfraz se «liberaliza», y en el Desfle Popular de la tarde, pequeños y mayores eligen su «alter ego» para pasear por las calles al son de la música de Gaiteros y Txaranga, y merendar todos juntos en la Plaza. Las cenas de amigos y la marcha de la noche hacen el resto este sábado. Para finalizar, el domingo Cascante vuelve a poner su particular sello para cerrar los Carnavales, con una concentración «mañanera» en forma de «Cacerolada y Estruendo», y una gran comida popular a base de migas para todo el pueblo.
Cuando acaba el año y comienza uno nuevo, Cascante, como el resto de poblaciones del mundo, se viste con sus mejores galas para celebrarlo. Las tradiciones propias de estos días son teñidas con el toque personal de los cascantinos y cascantinas.
A la tarde, la Nochebuena cascantina acoge otra visita muy especial, pero en este caso mucho más cercana, puesto que es el carbonero navarro «Olentzero» el que, repartiendo regalos y castañas asadas, y escoltado por los «zampantzar» y la música de los Gaiteros y Txistus, recorre las calles de Cascante antes de entrar en las casas a dejar los regalos a los más pequeños.
Quizá el día más especial de todas las Navidades llega en último lugar, con los Reyes Magos y su cabalgata de bienvenida a Cascante. De unos años a esta parte, este acontecimiento ha tomado mucha fuerza y acogida popular en nuestra localidad, y la tarde del 5 de Enero las calles de Cascante se llenan de niños, niñas y mayores para ver desfilar a las carrozas de sus Majestades de Oriente, a los cuales acompañan multitud de amigos, como comparsas de pequeños y adultos disfrazados bajo diferentes temáticas, otras carrozas estupendamente decoradas que se encargan de transportar al Cartero Real, a los regalos o a los pajes, o animales que han venido junto a los Reyes haciendo todo el camino. Lo maravilloso de este desfile es que todo nace del trabajo desinteresado de un numeroso grupo de voluntarios
Además de todos estos actos destacados, que podríamos denominar «oficiales», también hay otros muy arraigados, como la San Silvestre, atlética y carnavalesca, que organiza el Club Deportivo Cantera, o una extensa programación cultural propia de estos días: festivales escolares, solidarios, musicales, teatro, cine, villancicos, … Cascante en Navidad es lugar para el reencuentro de familiares y amigos, que se transforma en celebraciones espontáneas (comidas, cenas, noches de «marcha», …) que aportan un colorido especial.
Cascante es Fiesta.